Por Claudia Bernazza* | 15.9.2009 para ARTEMISA noticias
Por resolución conjunta Nº 01/09, el Congreso de la Nación aprobó las Pautas de estilo para la elaboración de documentos legislativos . Por primera vez en la historia, los legisladores, sus asesores y los correctores de estilo, tanto mujeres como varones, cuentan con parámetros expresos a la hora de elaborar leyes.
Estas recomendaciones fueron elaboradas por profesionales de ambas cámaras convocados por la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario de la Cámara de Diputados; quienes han visto, a lo largo de los años, proyectos plagados de frases barrocas e incomprensibles, escritos muchas veces con un lenguaje marcadamente sexista, pero nunca se decidían a alertar sobre este fenómeno porque los legisladores gozan de una gran autonomía a la hora de elaborar las leyes. Pero a partir del trabajo de la Comisión, las autoridades de ambas cámaras se convencieron de que estas recomendaciones mejoran, justamente, la expresión de las ideas de los parlamentarios, al mismo tiempo que colaboran con la comprensión, por parte de la ciudadanía, del contenido de las leyes.
Las pautas aprobadas recomiendan párrafos breves y oraciones canónicas, así como la utilización de palabras en idioma nacional. Se establecen criterios referidos a las mayúsculas y minúsculas, a los signos de puntuación y a la expresión de cifras y valores monetarios, entre otros aspectos.
Pero el lenguaje no es neutro, y esta guía tampoco, cuando aclara que se escribirán con minúscula los cargos políticos, eclesiásticos, militares, profesionales y jerárquicos, así como los títulos profesionales y nobiliarios. Tampoco es inocente cuando reconoce la invisibilización de las mujeres en los textos legislativos: la guía descarta el uso del masculino para referir a personas de género femenino o de ambos géneros, y en este último caso, recomienda expresiones que abarquen a mujeres y varones.
Además, reconoce el femenino en cargos, oficios y profesiones, lo que supone toda una revolución en un Congreso que hasta hace poco tiempo sólo reconocía, desde la palabra impresa, a los varones. Jueza, candidata, diputada, afiliada o presidenta son palabras que las leyes argentinas deberán incorporar.
La prevalencia del adulto varón aparece con claridad en proyectos que declaran, sin ruborizarse, que '…la fuerza espiritual para homenajear a los grandes hombres de la democracia argentina, aflora en los hombres de esta Cámara…'. Este ejemplo nos exime de mayores comentarios.
Sabemos que estas recomendaciones no cambian la realidad de las mujeres, ni siquiera abarcan todos los aspectos del lenguaje. Pero son un buen síntoma. Sobre todo si avanzan, sigiliosamente, sobre las palabras que nos gobiernan.
*Diputada nacional del FpV por la provincia de Buenos Aires- Vice presidenta segunda de la Comisión de Modernización del Funcionamiento Parlamentario.
Para acceder a las Pautas de estilo para la elaboración de documentos legislativos, ingresar en www.claudiabernazza.com.ar
Cap comentari:
Publica un comentari a l'entrada