divendres, 30 d’octubre del 2009

Seminario dictado por la Red PAR en TEA

VIERNES 30/10/2009

Perspectiva de género para estudiantes de periodismo

El 19 y 26 de octubre pasados, tuvieron lugar en la sala “Pablo Picasso” del Paseo La Plaza de Buenos Aires, dos módulos de un seminario sobre “Introducción al Periodismo con Perspectiva de Género”, realizado en el marco de la materia Introducción al Periodismo y la Información (IPI) de la carrera de Periodismo General del Taller Escuela Agencia (TEA), que tuvo como docentes a profesionales de la Red PAR (Periodistas de Argentina en Red). Ante unos 300 jóvenes que participaron activamente en los debates, fueron abordados temas tales como la discriminación a la mujer en los medios masivos, el sexismo y el tratamiento periodístico de la violencia de género (Por Paula Rey)


El seminario contó con el auspicio de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires y del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo), además de la adhesión de la Dirección General de la Mujer de la CABA, el Consejo Nacional de la Mujer, la organización Mujeres en Igualdad (MEI) y ELA (Equipo Latinoamericano de Justicia y Género).

En la primera jornada la asistencia del alumnado fue perfecta. Con la puesta de sol, los alrededores de la sala Pablo Picasso empezaron a colmarse de nutridos grupos de alumnos y alumnas que charlaban mientras esperaban que las puertas se abrieran para, al fin, ingresar. Algunos consultaban a compañeros de qué se trataba la clase, y todos se preguntaban cómo sería.

Miguel Prenz, docente coordinador de la materia IPI, dio la bienvenida a la concurrencia y explicó brevemente cómo funcionaría la jornada. Luego, cedió la conducción a Liliana Hendel y Luis María Otero, periodistas encargados de la coordinación, quienes realizaron una breve introducción al tema y dieron comienzo al seminario.

El primer panel se denominó “La perspectiva de género aplicada al periodismo. (Gráfica, radio, televisión)” y estuvo a cargo de las periodistas Lucía García, integrante del programa radial “Mujerío” –que se emite por Radio de las Madres- y Mariana Carbajal, del diario Página/12. Se explicó la definición de género, sus asociaciones y en qué consiste aplicar esa perspectiva en el periodismo.

La presentación del llamado “Test Tyson” (publicado por la revista “Hombre”, que incentivaba la violencia física hacia las mujeres) provocó los primeros murmullos y comentarios del alumnado. Hubo disímiles opiniones, inclusive de algunos jóvenes que consideraban gracioso el “test”, cuya groseras características (Cómo golpear una mujer sin dejarle marcas, qué motivos argumentar para castigarla…) provocaron un animado intercambio de opiniones. El panel finalizó con ejemplos sobre diferentes formas de encarar una misma noticia en distintos medios masivos, comparándose el lenguaje utilizado y el enfoque sobre la mujer.

Ya de noche, después de un corto break y con la sala todavía llena, comenzó la segunda mesa: “El lenguaje y las prácticas sexistas en los medios de comunicación nacionales”. Marcela Gabioud, periodista experta en monitoreo global de medios, se encargó de explicar el fundamento teórico, destacando que el lenguaje sexista es la base de la discriminación de género, y que es necesario que los medios asuman otras maneras de nombrar lo femenino, para que el público también las incorpore. También explicó la razón por la cual es necesario terminar con los sexismos: “Nos invisibilizan porque no nos nombran, y lo que no se nombra no existe”, dijo refiriéndose a las mujeres.

La parte práctica del panel la dio Norma Loto, docente de Comunicación Periodística en la UCES, quien presentó ejemplos de sexismo en diferentes medios gráficos y sostuvo que “siempre se busca criticar a las mujeres desde lo fácil”. Una portada de la Revista Noticias, cuya nota de tapa era sobre las cirugías de la presidenta Cristina Fernández, y los sketches televisivos que ridiculizaron gestos inclusivos de la primera mandataria, generaron un debate colectivo del que no estuvo ausente la política partidaria.

La segunda jornada

La segunda jornada resultó tan convocante como la primera: “Herramientas para el tratamiento periodístico de la violencia de género. Decálogo de PAR” fue el primer módulo, conducido por la periodista Gabriela Barcaglioni, docente de la Facultad de Periodismo y Comunicación Social de La Plata (UNLP), y Marcelo Pereyra, especialista en Gestión y Planificación del Periodismo FSOC-UBA.

Barcaglioni se encargó de introducir al alumnado en la violencia de género y explicar el concepto de femicidio y feminicidio. También dio a conocer cifras preocupantes, obtenidas por el seguimiento estadístico que ella misma hace de los asesinatos de mujeres que aparecen en los medios gráficos de Argentina, que en lo que va del 2009 ya llegan a 116 casos. Barcaglioni destacó que es importante que los medios cubran estos casos “porque inciden en la instalación de temas, refuerzan algunas ideas relacionadas con el comportamiento esperado de varones y mujeres y, sobre todo, porque sirve para concientizar sobre la violencia de género”.

Por su parte, Marcelo Pereyra inició su exposición resaltando que la violencia de género es algo más que un delito, “es casi una epidemia y un atentado a los derechos humanos” y que los medios de comunicación son parte de esa violencia si no se preocupan por informar adecuadamente. Para ejemplificar, tomó un caso emblemático: el asesinato de Nora Dalmasso. “En Río Cuarto, los diarios llegaron a dedicarle diez hojas, las ediciones se agotaban y las personas hacían fila al amanecer esperando la nueva edición”, explicó.

Para Pereyra, la cobertura de diferentes diarios (locales y nacionales) erotizan la violencia, construyendo un perfil de mujer víctima que no encaja con el modelo general y “por eso” es asesinada: “Este tipo de coberturas construye un lector ‘voyeur’ e incluso encaja en la pornografía”, advirtió el periodista, agregando que en los medios las mujeres suelen aparecer estereotipadas como “víctimas inocentes” o “víctimas culpables”.

“Nora Dalmasso personificó la víctima ideal: culpable y sexy”, subrayó.

Finalmente presentó el Decálogo de la Red PAR, diez consejos a tener en cuenta a la hora de tratar periodísticamente cuestiones que involucren a mujeres y violencia de género.

El último módulo fue dedicado al uso de las nuevas tecnologías, bajo la conducción de Dafne Sabanés Plou, especialista en TICs, y Silvina Molina, especialista en temáticas sociales y periodismo de género. El módulo tuvo otra dinámica: Plou explicaba el tipo y las nuevas formas de comunicación masiva, mientras Molina ampliaba la información con datos prácticos, a la vez que cedía la palabra a los estudiantes, quienes realizaban comentarios y consultas.

Se presentaron estadísticas sobre el acceso y el uso de las herramientas tecnológicas en nuestro país, y se destacaron las diferencias entre hombres y mujeres a la hora de navegar en la web. Asimismo, se advirtió que las nuevas tecnologías también incluyen sexismo y violencia hacia las mujeres, como ocurre por ejemplo con algunos videojuegos. Los juegos pensados “para mujeres” siguen repitiendo el modelo patriarcal: las chicas sólo cocinan, se arreglan en el salón de belleza, van de compras y quieren ser madres. A veces las mujeres son protagonistas de los juegos como superheroínas con trajes insinuantes, pero también como víctimas: en Rape, una creación japonesa, el objetivo del “juego” es violar mujeres y niñas.

En las dos jornadas del seminario fue destacable la activa participación del alumnado. El intercambio entre los docentes y el auditorio en base a las preguntas, opiniones y cuestionamientos de los asistentes fue más que interesante. Incluso hubo chicos y chicas que se acercaron al finalizar de los paneles a hablar con las expositoras y expositores, para hacer más preguntas, pedir algún material o datos de contacto, o simplemente para manifestar su interés por el tema presentado.

En resumen, el seminario logró su objetivo: dar a conocer un periodismo diferente, probar que es posible realizarlo, y crear inquietud y preocupación para lograr una comunicación sin sexismo y sin violencias contra las mujeres.