divendres, 3 d’octubre del 2008

Reflexions col·lectives: EL SEXO EN LA NOTICIA

EL SEXO EN LA NOTICIA

Reflexiones sobre el género en la información y recomendaciones de estilo.

Marta Bach Arús; Elvira Altés Rufias; Joana Gallego Ayala, María Pluja Calderón y Montserrat Puig Mollet.

No es una investigación para justificar sino que transcurre sobre una serie de recomendaciones para los medios de comunicación.

El teatro de la información: La mirada informativa sobre el escenario global que es el mundo no se detiene de cualquier manera en cualquier protagonista posible. El punto desde el cual se mira y la perspectiva que se adopta es una u otra.

Hay protagonistas que actúan en unos escenarios privilegiados por la mirada informativa y otros que a duras penas consiguen atraer la atención.

De esos escenarios hay una primera selección: la mayoría pertenecen a espacios públicos.

Y a partir de aquí una reflexión de género: tradicionalmente las mujeres estaban socializadas para ocupar espacios privados y los hombres para espacios públicos. Esto es una primera causa que pueda explicar la ausencia en los espacios informativos.

Los primeros escenarios son el mundo de la política y de la economía y estas dos secciones siguen siendo las más valoradas. Luego se han ido incorporando nuevos escenarios y no es extraño que cuando hablamos de las diferentes secciones encontramos más mujeres en los escenarios donde con frecuencia tienen lugar relaciones interpersonales Sociedad Cultura y Espectáculo.

Actores principales, actrices secundarias: Siempre hay personajes principales y secundarios y también extras que hacen de relleno y el binomio sobre el cual gira el juego informativo es el triunfo/ fracaso; el éxito frente a la desgracia, la ganancia frente a la pérdida.

Otra ausencia de las mujeres en los escenarios informativos es su tardía incorporación al mundo de lo público que todavía afecta sus posibilidades de ser líder. Al gozar de menos representación en las altas esferas del poder político, económico, cultural, social tienen menos posibilidad de ejercer papeles protagónicos como actrices directas o como fuentes de información.

Las fuentes y la importancia del guión: En el consenso entre suministradores de información y el proceso de legitimación que otorga la organización periodística a la fuente se deslizan una serie de elementos: personajes, personalidades y personas.

Existe un plus de credibilidad a la persona que actúa de líder y este requisito puede explicar por qué las menciones de mujeres que hace la prensa a duras penas llegan al 12% del total aunque la participación de las mujer en la vida pública está por encima de esos porcentajes y si no aparecen más mujeres es como consecuencia de la superestructura jerárquica.

Con frecuencia se observa en las notas de Agencias informativas que las últimas líneas están reservadas para mujeres produciéndose así una subordinación en la pirámide informativa.

El protagonista de la información es un hombre, líder en su campo y no es extraño ya que la profesión practica una mirada androcéntrica sobre la realidad con el convencimiento de que es una aproximación objetiva o neutra.

Por otra parte las instancias donde las mujeres son protagonistas no suelen organizarse con criterios jerárquicos y los medios no encuentran siempre a la misma interlocutora (lo que podría legitimarla como fuente) ni aporta la información en un formato adecuado par ser trasladado a un texto notíciales.


Las fuentes de Género: parece difícil modificar rutinas productivas para hacerse un espacio dentro del discurso mediático que dé protagonismo a las acciones que emprenden las mujeres. Hay que aceptar convertirse en interlocutora de los medios y traducir la propia visión de los hechos a los estereotipos que circulan socialmente y no siempre las mujeres están dispuestas aceptar estas condiciones y prefieren mantenerse detrás de sus jefes jerárquicos y en otros casos las mujeres no saben como hacer llegar su voz.

También cuando las y los periodistas se acercan a las fuentes no se preguntan si el género puede modificar la información que se esta dando. Preguntas que hay que ir respondiendo para cambiar hábitos productivos y no dejar las acciones del colectivo femenino fuera de foco.

La invisibilidad de las mujeres: el uso genérico del masculino: Aunque es cierto que hay que aceptar las diferencias existente entre los géneros y las personas, hay que cuestionar la simetría entre diferencia y jerarquía. Que haya diferencias no quiere decir que haya superioridad de unos e inferioridad de otras. Por eso hace falta un esfuerzo para eliminar las diferencias jerárquicas del uso del lenguaje que son las que fijan los estereotipos.

El lenguaje es donde se determina y forma la imagen que cada persona construye individualmente de sí mismo y de su propia experiencia.

El uso indiscriminado del genérico masculino produce un efecto ocultador, invisibilizador de las mujeres pero no solo oculta sino que pone una pantalla delante de determinadas situaciones como una cortina de humo.

Nombrar a mujeres y hombres cuando la comprensión de la información lo requiere no se puede considerar una repetición porque la realidad de mujeres y hombres no siempre es coincidente.

La utilización masiva de los genéricos masculinos queda frenada cuando interesa remarcar la presencia femenina en el desarrollo de una información. Ejemplo “El País”

Titular: “En Australia organizan combates de boxeo con niños y niñas” y subtítulo “los médicos solicitan la prohibición del pugilismo infantil” Muy correcto el tratamiento del titular pero hay traición a pesar de la buena volu8ntar al hablar solo de “médicos”

Y todo esto por qué? Cuando se habla de boxeo, si no se especifica lo contrario se hace clip a práctica masculina por eso la redacción debía de ser más explícita.

Con los marcadores de sexo los genéricos masculinos pierden su pretendido poder aglutinador.

La necesidad obliga: Los medios por ser referentes en la construcción de identidades deben encontrar nuevas formas de redacción para eliminar el sexismo de la lengua, hay que trabajar para que la lengua pierda inercia y acelere cambios que ya han comenzado a producirse en la sociedad y más que cambiar debería mutar en el sentido mas radical del cambio porque no s suficiente con una evolución que arranca de la división sexual de la sociedad.

Ahora bien para hacerlo es necesario la acción política No es una tarea que se pueda hacer de un día para otro, hay que evitar el sexismo a golpe de sensibilidad democrática y ética y esto no solo se consigue con el uso de un lenguaje no sexista también se deben modificar los procesos de producción incorporando más mujeres en los órganos de dirección y en los lugares de toma de decisiones. Existe otra vía la militancia pero es una opción personal.

Tratamiento asimétrico: Las últimas de la fila: en una gran cantidad de información las mujeres quedan relegadas a las 4 últimas líneas de la noticia dando la sensación que se incorpora para cumplir la cuota pero no para contribuir a una información plural. (Mirar sección de deportes).

- Entrevistas a mujeres, la cotidianeidad servida a la carta: Un logro conseguido en los últimos años por la audiencia de los medios de comunicación son los espacios de entrevistas a profundidad con mujeres pero el problema es el tipo de preguntas estereotipada que se le realizan ¿ crees que las mujeres tenemos una sensibilidad distinta? ¿le resulta difícil compaginar familia y trabajo?.... Batería de interrogantes que apela a la identidad de género como al mundo de la cotidianidad un universo que gira alrededor del afecto y de los lazos familiares y elevan así a las mujeres a protagonistas únicas del ámbito domestico. Por lo tanto es positivo que se las entreviste pero si nos adentramos en esos temas no hay que negar este tipo de cuestiones al género masculino porque equivale privar a la audiencia de conoce cómo se desenvuelven los hombres en el espacio doméstico.

- Bellas, tontas o culpables: En los medios encontramos el estereotipo de la mujer guapa que o bien es tonta o bien es culpable de algo. En cambio si analizamos la cuestión inversa son pocas las veces que los MCM presentan al hombre como culpable aunque últimamente en los casos de violencia a ellos se los presenta como verdugos y a ellas como victimas.

- Quien es esta mujer?: Un aspecto que llama la atención es cómo se las designa. En ocasiones con nombre y apellido, pero con mucho más frecuencia con su nombre de pila, o como personas anónimas “una mujer”, “una vecina” y en algunos casos ni se hace referencia. La falta de consideración hacia las mujeres significa desconsideración, irrelevancia y exceso de familiaridad.

Cómo se las cita a las mujeres: Ver cuadro página 41.

Los estereotipos: Construcciones lingüísticas que utilizan las metáforas, las metonimias, los dichos y las adjetivaciones como recursos para apelar a un repertorio de arquetipos que forman parte del repertorio social.

Estereotipo de la ausencia: las mujeres representan el 10% de las menciones de personas que se hacen en los periódicos de información general. Y por que no parecen? Hay quien dice que las mujeres no ocupan en igual proporción lugares de responsabilidad en la sociedad y por lo tanto no tienen la misma posibilidad. La dicotomía público/privado sigue operando como cliché persistente. Otro cliché es el de esposa, otro la maternidad

Una reformulación moderna del estereotipo familiar: (El País) “ Una abuela en la mina” la atribución del parentesco resalta hasta qué punto esta descolocada esta mujer que en lugar de cuidar nietos se va a trabajar. Aquí también vemos la asimetría ya que si se tratara de un hombre no se diría “un abuelo en la mina”.

Otro estereotipo es la seducción, belleza y el atractivo tres gracias que se identifican con el patrimonio femenino.

Una adjetivación nada inocente: son las adjetivaciones que adornan a las mujeres “Rica y bella heredera”, “bella sirena”, “deliciosa cantante”. Según un estudio de Pedro A. Fuentes Olivera los adjetivos masculinos hacen referencia a la competencia y la fuerza y los que se dedican a las mujeres se asocian a fragilidad, la incompetencia y la belleza.

La opinión en los MCM: Diferentes estudios determinan que los artículos de opinión firmados por mujeres representan el 7.04% mientras que los escritos por hombres llegan al 69.62%, sobre opinión sin determinar género (editoriales y otros) el porcentaje es de 23,24; un desequilibrio mas escandaloso que el de la información.

En número esto significa que de 1037 textos de opinión, 73 están escritos por mujeres, 722 por hombres y 241 sin firmar.

Perspectiva de género: hacia la visibilidad de las mujeres: Cuando hablamos de introducir perspectiva de género en la información queremos decir exactamente que la información ponga de relieve que mujeres y hombres hemos sido socializados de manera distinta y que, por tanto, esta socialización ha introducido la fuerza variedades de comportamiento, de actitudes, de valores de creencias, de estilos de formas de vida y que esta disimilitud es relevante en la información. Ejemplo: si decimos que el paro alcanza a 10,91% estamos dando una cifra global que resulta falsa cuando hablamos de paro masculino 7,8% o femenino 15,4%.

Otro ejemplo: En el año 1998 murieron 114 personas asesinadas por su cónyuge y de éstas 91, el 70% fueron mujeres y 23 fueron hombres el 30%.

Introducir la perspectiva de género representa dotar de significado a lo importante que resultan en nuestras vidas las diferencias de género y que son indicativos de los cambio que se generan en la sociedad.

También ofrece datos más completos y más profundos. Mirar con otros ojos obliga a las y los periodistas a romper con las inercias profesionales y las rutinas.

Recomendaciones de estilo: Hay tres fases en la construcción de la noticias: la pretextual, la textual y la supratextual, todas están relacionadas y todas las decisiones que se tome afectan a todas.

Fase pretextual: es la que afecta a la política informativa del medio

Recomendaciones:

Poner el punto de mira en otros escenarios de la sociedad civil que no sean propiamente instituciones oficiales

Valorar paritariamente la cobertura de los acontecimientos sin subordinación

Tener en cuenta que la audiencia esta conformada por mujeres y hombres.

Considerar que los cambios experimentados por las mujeres deben tener su correlación en los medios de comunicación.

Diversificar las fuentes para dar voz a las personas afectadas y evitar usar de interlocutores a los jefes jerárquicos.

Fase textual: redacción de textos y titulares.

Recomendaciones:

Evitar el genérico masculino para denominar a colectivos mixtos

Procurar aportar una dimensión más abierta y co9mpleta de los diferentes roles que cualquier persona desarrolla en la sociedad y utilizar criterios de valoración para hombres y mujeres.

Dar un tratamiento paritario a mujeres y hombres

Rechazar estereotipos y evitar los que tipifican a las mujeres como víctima y papeles tradicionales.

Identificar correctamente a las personas por su nombre y apellido, cargo y/o profesión y evitar las referencias de parentesco

Fase supratextual: Depende de la voluntad de quién tiene la potestad de organizar los contenidos, jerarquizar las informaciones.

Recomendaciones:

No subordinar las informaciones protagonizadas por mujeres a la disposición del espacio la colocación en la página.

Buscar coherencia entre la información y la imagen que acompaña.

Respetar a las personas que aparezcan y evitar la utilización del cuerpo de las mujeres como reclamo informativo.